En los primeros días del mes de julio, el Presidente Argentino Javier Milei, visitara China en el marco de la primera visita oficial a un mandatario de una potencia mundial. Esto se da como parte de las negociaciones que llevaron ambos gobiernos por la renovación del vencimiento del swap que sería el próximo 15 de Julio.
El gobierno Chino, haciendo gala de su milenaria paciencia, fue cocinando a fuego lento uno de sus platos tradicionales, pero esta vez el Chow Fan no fue de pollo, sino de “Libertario”.
El gobierno de la potencia asiática puso todas las condiciones que creyó convenientes para acceder a la renovación del préstamo que esta pronto a vencer, si bien el arreglo es muy beneficioso para la Argentina, ya que le da 12 meses de gracia y a partir de ese momento 12 cómodas cuotas, lo hizo bajo una cantidad de condicionamientos que lo dejan como el gran comensal de la velada.
Lejos de la fortaleza discursiva de Javier Milei desde su candidatura y repotenciada cuando asumió como presidente, el actual mandatario Argentino tuvo que adoptar una posición sumisa ante las negociaciones, dado el punto de debilidad que presenta hoy la economía de nuestro país y su mala praxis.
Recordemos que el hoy presidente Argentino tuvo frases muy duras para con el gobierno asiático, que decidió apenas asumido no formar parte de los BRICS, que inspecciono instalaciones científicas chinas en el país a pedido del Pentágono, que detuvo los trabajos en las Represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic en la provincia de Santa Cruz y también paralizo los trabajos en el trazado del Ferrocarril Belgrano Cargas. Todo esto sumado a la sucesión de desafortunadas frases y acciones de su Canciller.
No solo con China la política exterior Argentina hizo agua en el actual gobierno, también con México, Irán, Colombia, Ecuador, España y Brasil se produjeron roces de distinta intensidad diplomática. Esto llevo a una encerrona que repercutió fuerte a la hora de renegociar el préstamo con China.
Milei fiel a su estilo, intento imponer la idea basada en no negociar con los "Regímenes Comunistas", para esto su gobierno intento posicionar la idea de que iba a pagar en su totalidad el préstamo a China y así dejarlo fuera de juego y casi sin incidencia en la política y economía Argentina. Pero nunca hizo la lectura de geopolítica económica. Resulta que para hacer eso debía conseguir 5.000 millones de dólares frescos o utilizar reservas, las cuales quedarían en negativo sobre un dudoso conteo de reservas que maneja el BCRA con respecto a su carácter positivo y una falsa liquidez .
No solo surgió la incapacidad de conseguir dólares frescos, sino que en el tablero aparecieron piezas que el gobierno no tenía en cuenta. La posibilidad de que los Emiratos Árabes prestaran avales para esta opción se diluyo rápidamente, dado que no ven con interés el auxiliar a un gobierno que se muestra abiertamente como Proisraelí, especialmente en estos momentos donde Israel lleva una despiadada ofensiva sobre Palestina, por eso la frase que se oyó en el mundillo financiero de parte de los jeques, fue la de "Que le pidan plata a Moisés". Pero la encerrona autoinflingida por el gobierno argentino continuo con su capítulo español, cuando el líder Libertario Argentino denostó al presidente español en un meeting político de la ultraderecha española y eso disparó un posicionamiento del país ibérico que se expresó abiertamente, diciendo que si Argentina optaba por cancelar la deuda con China seria enérgico en reclamar que se ejecute inmediatamente una cláusula del préstamo con el Club de París, del cual España es miembro. Esa cláusula exige la cancelación inmediata de la deuda por trato igualitario a deudores, situación que sumaría casi 2000 millones de dólares a las cuentas de cancelación inmediata que debería afrontar la Argentina.
Para entonces el escenario era ya muy complejo, pero se sumaron dos actores principales que complicaron más el posicionamiento argentino, al transcender que el gobierno chino ante la cancelación de la deuda, optaría por retirar el total del swap en yuanes que desde hace una década reposa como respaldo en las arcas del estado argentino. Eso automáticamente llevaría a la Argentina a un escenario catastrófico. Ante esta situación emergió el segundo gran actor, el consejero preferido de este gobierno, el FMI sin titubear aconsejo a la Argentina a renegociar la deuda con China a como dé lugar.
Para entonces, ya todos los ingredientes estaban sobre la mesa, Javier Milei se encargó casi personalmente de conseguirlo y solo faltaba sumarse él como parte fundamental de la receta del "CHOW FAN DE LIBERTARIO".
La paciencia China rendía sus frutos, era ahora el momento de poner las condiciones y sin piedad lo hicieron. El presidente devenido en Freedomstar tendrá que viajar a China el 4 de Julio, no tan casualmente la fecha de la Independencia de los Estados Unidos, rendir homenaje a Mao con reverencia y ofrenda floral de rigor, expresarse firmemente sobre "Una Sola China", ponderar el lazo comercial estratégico entre ambas naciones y hasta se baraja la posibilidad de que tenga que visitar el Comité Nacional Chino.
Esto se rubrico no solo con los anuncios de ambos países horas antes de la votación en el senado de la Ley Bases, sino con el Boletín Oficial del día siguiente con la Emergencia en el Sistema de Transporte Ferroviario de la Argentina, sector donde el gobierno chino ya tiene grandes inversiones en el Belgrano Cargas y la clara intención de ampliar la inversión dentro del mismo sector. Sumando la reactivación de las represas del Rio Santa Cruz y la ampliación en las posibilidades de inversión en litio y minería, el banquete que China se hizo con el díscolo líder libertario lo dejo más que satisfecho y marco la “Ruta de la Seda y el Látigo” por el cual transitarán las relaciones entre ambos países en los cuatro próximos años.