Nuestro país desde la vuelta de la democracia ha alternado buenas y malas decisiones en lo económico, claro que más malas que buenas. Se debatió entre recortes, timba financiera y privatizaciones como “Chicha” o estatizaciones, intervencionismo generalizado y el fomentar el consumo interno con emisión monetaria como “Limonada”, dos modelos antagónicos, agotados y destinados a fracasar desde su concepción. Los recortes (Motosierra) y las privatizaciones son herramientas finitas, no se pueden ejecutar indefinidamente en el tiempo y atentan sobre la presencia del estado en áreas muy sensibles.
Por otro lado, la ¨Timba¨ financiera fue poner a la especulación por encima de la producción y cualquier capital en busca de mayor redito encuentra más riesgos en producir que en especular, algo totalmente nocivo para cualquier economía, salvo para paraísos fiscales. Sin duda es la más letal herramienta contra la generación de empleo y el crecimiento del país, aún más que la inflación. Todo esto lleva a una recesión que en la actualidad se manifiesta como una ¨Hiper Recesión¨. La CHICHA afuera!!!!!
Entonces fueron por la limonada, Nueva Visión de país, se estatizaron todas o la mayoría de las empresas que se habían privatizado, algunas con un acierto estratégicos y otras para “tribunear”. Se entreveraron aciertos y errores según las áreas y se crearon otras empresas estatales, otra vez con aciertos y errores. Se apostó al endeudamiento local porque desde afuera no nos prestaban ni un solo peso, a la emisión de moneda ¨La Maquinita¨. Se hizo eje en el Consumo como herramienta de crecimiento economía, aclaremos que el error con el consumo, es considerarlo una herramienta de crecimiento económico, básicamente su mayor función es la de dinamizar la economía que genera trabajo más federalmente y acerca a los que se encuentran en el trabajo informal a sumarse a los beneficios de una economía dinámica. El problema de esta mala utilización del consumo, es que no es productivo en la proporción necesaria y ese bache se cubre con emisión, esto se espirala y solo contribuye a más inflación, aunque sostiene el nivel de empleo.
Por ende, Limonada también afueraaaaaaaaaaa!!!!!!!!!!
Nuestro país, se mostró ante el mundo y ante nuestros compatriotas, zigzagueante, inestable, poco fiable, en definitiva, poco serio.
Pero si creemos que esto es una regla general debemos dar como irrefutable la existencia de una excepción y ahí nos encontramos con la década ganada que comprende el gobierno de Néstor Kirchner, el primer mandato de Cristina y la mitad de su segundo mandato, donde el país se paró de buena manera en el medio del centro de “La Ancha Avenida”, al menos en lo económico y dejó de lado “la chicha y la limonada” apostando a la producción, a la sustitución de importaciones, a la acumulación real de reservas, al desendeudamiento, a la generación de empleo, a la realización de obra pública estratégica, etc. Fue una pequeña porción de la historia Argentina que llevó a gratos recuerdos de la mitad del siglo pasado más precisamente entre 1945 y 1955.
Desgraciadamente sobre el final del segundo gobierno de Cristina Fernández de kirchner y en la probeta del 2019 al 2023 se volvió a creer en la “limonada”, pero como era sabido volvió a fallar.
Entonces, ¿Cómo seguir hoy ante este momento tan crítico para nuestro país?
Porque lo que se avecina es una hiper crisis económica, como nunca la vivimos. Claramente se necesita una propuesta que levante Dos Banderas que están apolilladas en algún desván, la de la Industrialización y la Producción. La industrialización del país implica más trabajo en tantas áreas que es imposible enumerarlas, cambiar la dinámica de la economía que tuvo como ejes al turismo, al consumismo y a los servicios, por un modelo de producción en todas las áreas metalmecánicas y las grandes industrias a lo largo y a lo ancho del país, recuperar a los pequeños talleres y fábricas autopartistas, textiles, del calzados, amoblamientos, metalúrgicas, alimenticias, generando trabajo genuino y registrado, una ocupación de la capacidad instalada del 100% y provocando la ampliación de la misma por demanda. Esto no solo atenderá la demanda del mercado interno a precios accesibles, sino también ampliará la oferta importadora que incrementará el ingreso de divisas al país; fortalecerá al capital productivo en sustitución del especulativo financiero, convirtiendo a nuestro país en una opción seductora de inversión y reinversión.
La potenciación del sector industrial en nuestra patria lo posicionara como un actor económico de igual peso o quizás mayor que el del campo, un sector no monopolizado ni cautivo de agentes externos; eso proporcionara un equilibrio de fuerza entre los sectores productivos del país.
El campo, la Industria y la explotación de recursos energéticos se repotenciarán mutuamente creando una triada de generación de empleo y divisas que motorizará un desarrollo homogéneo de forma federal, sostenida y sólida. Esta mirada distinta a las dos reinantes en los últimos 10 años y mayoritariamente desde el 55 a esta parte, es la de la Tercera Posición, la cual no puede ser concebida, ni realizada por otro sector que no sea Peronista y Profundamente Doctrinario. No es una quimera, se está gestando y con muy amplio consenso en el seno del Movimiento Peronista.
Uno de los que más arduamente trabajó para esto es Guillermo Moreno, desde su partido “Principios y Valores”, recorrió el país reuniéndose con militantes y dirigentes Peronistas que reclaman un espacio auténticamente doctrinario y ven en él, al referente político que no solo tiene la capacidad de armarlo, sino también de liderarlo; con el convencimiento que la situación actual es tan delicada y terminal, que no se puede dejar nada librado al azar. Que no se puede arriesgar nada y que el único camino para evitar una catástrofe económica-social es unificar a todo el Peronismo en una sola propuesta de gobierno. En ese sentido sus equipos técnicos conformado por mas de 1500 compañeros desarrollaron “El Plan de Gobierno 2024”, que comprende los lineamientos de un gobierno sobre el andamiaje de 8 ministerios.
Pero hoy esto se amplifico en un espacio de encuentro de todos los equipos económicos de los espacios peronistas, donde se analiza la actualidad y donde ya se habla de un Plan de Contingencia y el de Salida de la Hipercrisis, donde la Industrialización del País será el eje de gobierno.
El fracaso del actual gobierno es un hecho, tanto como que el Peronismo ya esta listo para poner de pie a nuestra Nación.
Fernando Peiro