WASHINGTON.- Elon Musk anunció el miércoles a la noche su salida del gobierno de Donald Trump, tras expresar haberse sentido “decepcionado” de las medidas adoptadas por la administración, al ir en contra de su objetivo de reducir el gasto del Estado. En un mensaje, agradeció públicamente al mandatario por la “oportunidad” de haber trabajado en el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE).
“A medida que mi período programado como Empleado Especial del Gobierno llega a su fin, me gustaría agradecer al presidente Donald Trump por la oportunidad de reducir el gasto innecesario”, escribió en un breve mensaje en la red social que adquirió hace dos años y siguió: “La misión DOGE sólo se fortalecerá con el tiempo a medida que se convierta en una forma de vida en todo el gobierno”.
Musk renunció a la dirección de ese departamento tras expresar que se sentía “decepcionado” luego de la aprobación en la Cámara de Representantes del proyecto prioritario que Trump llama su “gran y hermosa” ley, la cual incluye una combinación de recortes de impuestos y un mayor control de la inmigración.
“Me decepcionó ver el enorme proyecto de gasto, francamente, que no solo aumenta el déficit presupuestario, sino que también socava el trabajo que está haciendo el equipo de DOGE”, señaló Musk, en un importante distanciamiento del presidente y de los republicanos.
El magnate de origen sudafricano y dueño de empresas tecnológicas como SpaceX, Tesla o Starlink, aseguró que esta ley de presupuesto socava la misión de DOGE, con la que decenas de miles de empleados de agencias gubernamentales perdieron sus puestos.
En ese sentido, el dueño de Tesla comentó que se encontró con que reducir el tamaño del gobierno federal resultó mucho más difícil de lo que esperaba y lamentó las intensas críticas dirigidas al DOGE, que lideró estos meses hasta su reciente renuncia.
“La situación de la burocracia federal es mucho peor de lo que me imaginaba”, aseveró el multimillonario. “Sabía que había problemas, pero vaya que es una lucha cuesta arriba tratar de mejorar las cosas en D.C., por decir lo menos”, agregó.
Además, reconoció que las repercusiones por los recortes al DOGE habían sido severas. “El Departamento se ha convertido en el chivo expiatorio de todo”, dijo. “Entonces, si algo malo pasaba en cualquier lado, nos culpaban aunque no tuviéramos nada que ver”.
Ahora se está dedicando de nuevo a empresas como el fabricante de autos eléctricos Tesla y el fabricante de cohetes SpaceX. También dijo que reducirá su gasto político porque “creo que ya he hecho suficiente”. Se estima que aporto 250 millones de dólares en la campaña de Trump.
Musk, que estuvo de forma casi constante al lado de Trump antes de volver a enfocarse en sus propias empresas- también se quejó de que DOGE se convirtiera en un pararrayos para todo tipo de críticas.
“DOGE se está convirtiendo en el chivo expiatorio de todo”, había dicho Musk al periódico de Starbase, el sitio de lanzamientos de SpaceX en Texas, antes de su último vuelo de prueba el martes.
Sin nombrar a Musk, la Casa Blanca trató de restar importancia a cualquier diferencia sobre el gasto del gobierno estadounidense. “No es un proyecto de presupuesto anual”, dijo Stephen Miller, asesor de Trump, en la red social X, propiedad de Musk.
Pero los comentarios de Musk constituyen una ruptura con el presidente republicano, a quien ayudó a volver a la Casa Blanca tras un primer mandato de 2017 a 2021, a punta de millones de dólares para financiar su campaña electoral de 2024.
En otra entrevista con el diario The Washington Post, Musk recordó las reformas, por las que muchos funcionarios perdieron su empleo, algunos sin aviso previo.
“La situación de la burocracia federal es mucho peor de lo que me imaginaba”, dijo.
“Pensaba que había problemas, pero desde luego es una batalla cuesta arriba intentar mejorar las cosas en Washington, por no decir otra cosa”, añadió.
Trump puso a Musk al frente de DOGE apenas comenzó su mandato, pero tras un inicio frenético el multimillonario anunció a finales de abril que dedicaría menos tiempo a su labor en el gobierno para volver a dirigir sus empresas.
En mayo, reconoció no haber logrado todos sus objetivos con DOGE, aunque decenas de miles de personas fueron eliminadas de las nóminas del gobierno federal y varios departamentos gubernamentales quedaron diezmados o cerraron por completo.
Agencias APF y AP, y diario The Washington Post