Tres ministros de Javier Milei viajaron a Mendoza para la puesta en marcha del nuevo Código Procesal Penal Federal en Cuyo, que le otorga más poder a los fiscales federales en la investigación de las causas.
El objetivo es acabar con los juicios eternos, darles las herramientas a los fiscales para que puedan meter presos a los delincuentes y combatir el crimen organizado.
El punto en común en las declaraciones de Cúneo Libarona y Bullrich en su visita a Mendoza fue el tema de los represores que cumplen condenas por delitos de lesa humanidad y que fueron visitados en la cárcel de Ezeiza por un grupo de diputados de la Libertad Avanza.
El ministro de Justicia de la Nación dijo que de la visita de los diputados oficialistas a la cárcel para reunirse con dictadores, se enteró por los diarios: "no tengo la menor idea de quiénes son los diputados que fueron a visitar a Astiz, yo estoy en otra cosa", se excusó, en una entrevista en el estudio de la radio Mdz, antes de reunirse con jueces y fiscales de Cuyo.
Pero Cúneo Libarona siguió hablando del tema y fijó postura sobre la prisión domiciliaria: "Para mí hay gente de más de 80 años que está enferma, débil y en la cárcel, que bien podría estar en otras condiciones de detención", dijo el ministro.
Y, sobre los dictadores opinó: "Esas personas merecen morirse en su casa con una tobillera de la mano de la esposa. Estamos afectando el criterio de humanidad de las penas, de dignidad. Esto ya parece que no se trata de justicia, se torna en venganza. No podemos olvidar el pasado, de ninguna manera, pero tener gente de edades elevadas que se esté muriendo en prisión, me parece algo que se debe conversar.
"Creo que hay más de 300 detenidos de entre 70 y 80 años, habría que acordarse de la cantidad de personas que eran ajenas a este conflicto y fueron víctima del terrorismo y esos hechos no fueron juzgados", planteó Cúneo Libarona en el programa de radio Uno nunca sabe.
Un par de horas después, Bullrich también se mostró a favor de otorgar a algunos represores el beneficio de la prisión domiciliaria. "Hay personas de 90 años con enfermedades terribles en la cárcel”, dijo en rueda de prensa al salir del laboratorio policial de datos genéticos.
La ministra habló de la igualdad ante la ley de los condenados por delitos de lesa humanidad con otros presos. "A los 70 años las personas que están condenadas y que han cometido todo tipo de delitos, asesinatos, crímenes de todo tipo, pueden salir", detalló Bullrich. Y sostuvo: "en el caso de los delitos de lesa humanidad, uno ve personas de 90 años con enfermedades terribles que están en la cárcel”.
Entonces argumentó: “Ahora, a mí me toca administrar la cárcel. Me parece que una cosa es cumplir con una condena y otra cosa es infligir a esa condena una situación de extrema gravedad, como es tener una persona con un cáncer terminal en una cárcel. Me parece que es un tema que hay que pensarlo”.