Habrá un comunicado tanto del FMI como de la Argentina, una práctica habitual al término de una misión de este tipo. La visita arrancó el viernes pasado.
Tras un día de frenéticas reuniones en el Palacio de Hacienda y el Banco Central este miércoles se daría por concluida la misión del FMI. Cómo es habitual, al término de una misión del Fondo se espera que se emita un comunicado sobre la marcha de las negociaciones.Esto permitiría, ya que se estima que hubo un acuerdo, despejar cierta incertidumbre que se vio reflejada en la suba de los tipos de cambio.
Además de Luis Cubeddu, subdirector del Departamento del Hemisferio Occidental, y Ashvin Ahuja, Jefe de la Misión, participó por el organismo multilateral Ben Kelmanson, representante del FMI en Argentina.
Luego del encuentro, el ministro Caputo y el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, concurrieron a la Casa Rosada para mantener un encuentro con el jefe de Gabinete. “Las reuniones deben ir por buen rumbo”, señalan fuentes oficiales ya que el primer mandatario no participó de ninguno de los dos encuentros.
Según trascendió, la misión buscó interiorizarse sobre distintos aspectos de la marcha del programa argentino, particularmente la situación fiscal y monetaria. Con relación a este último aspecto, los analistas observan con cierta preocupación que la licitación de los bonos para afrontar la deuda comercial de los importadores – los BOPREAL- vienen teniendo una baja demanda. Con este mecanismo, las autoridades buscan absorber pesos. En el Palacio de Hacienda señalan que la falta de pedidos responde a complejidades burocráticas y que la demanda irá en aumento en las próximas licitaciones.
Al respecto, se conoció que la Secretaría de Comercio extendió hasta el 24 de enero, el plazo para la inscripción al Padrón de Deuda Comercial por Importaciones con Proveedores del Exterior. Este registro se abrió el 27 de diciembre y superó los u$s14.000 millones hasta este lunes.
En principio, se estima que la misión permanecerá esta semana. Esperan arribar a un acuerdo que luego deberá ser refrendado por el Directorio del Fondo.
El objetivo principal es renegociar las condiciones del acuerdo, dadas las dificultades en el cumplimiento de los términos acordados bajo la administración de Alberto Fernández y Sergio Massa. Funcionarios del Ministerio de Economía vienen discutiendo desde que asumieron con los técnicos del FMI las nuevas metas. Una sorpresa fue que “nos plantean nuevas y más duras exigencias, a pesar de que el programa del presidente Javier Milei es mucho más estricto y ambicioso en materia de ajuste fiscal que el acordado con Sergio Massa”, según señaló una alta fuente oficial a este medio.
La evaluación interna del Palacio de Hacienda es que el Gobierno está en condiciones de llevar adelante un severo ajuste en las cuentas públicas. Tanto es así que calculan que -si bien esperan que el Congreso apruebe las distintas subas de impuestos propuestas-, en el hipotético caso que no fuera así, igual se podría cumplir la meta de reducir a 0,9% del PBI el déficit primario, según estaba estipulado en el acuerdo original con el Fondo.
“La intención es seguir con el Programa de Facilidades Extendidas vigente, lograr waivers (perdones) por los incumplimientos y adecuar las metas”, precisó a Ámbito una alta fuente del Palacio de Hacienda.
Una de las hipótesis de trabajo que el presidente Milei conversó con el ministro Caputo, es la posibilidad de llevar el endeudamiento con el Fondo a los u$s 55.000 millones originalmente obtenidos por Mauricio Macri (del que finalmente se recibieron unos u$s 44.000 millones) aunque admiten que no deja de ser una meta ambiciosa. En caso de lograrse significaría un ingreso de divisas para fortalecer las reservas del Banco Central, en unos u$s10 mil millones.
El primer mandatario delega en sus funcionarios el vínculo con el FMI y por lo tanto no está previsto que mantenga un encuentro con los jefes de la misión, según pudo saber Ámbito. “El vínculo con el FMI está muy bien”, comentó una alta fuente de la Casa Rosada. Aseguran en el entorno presidencial que el FMI no creyó mucho las promesas de ajuste de Milei en la campaña electoral. Pero cuando estas fueron ratificadas en su discurso de asunción en el Congreso, comenzaron a percibir que posiblemente “esta vez la Argentina hará el ajuste necesario para estabilizar la economía”.
Es más, Gita Gopinath, subdirectora gerente del FMI, se comunicó esta semana con el primer mandatario para ofrecerle venir junto con la misión en una muestra de apoyo. Desde presidencia agradecieron el gesto y prefirieron postergar este encuentro hasta llegar a un entendimiento. "El acuerdo no es algo que le preocupa al Presidente", comentó a este medio una fuente de su entorno, dado que "el ajuste que planteamos es mucho mayor a las metas establecidas en el acuerdo de Facilidades Extendidas".
El primer mandatario siempre señaló que el objetivo del Gobierno consiste en llevar adelante un programa de ajuste fiscal más severo que el propuesto por el FMI, ya que plantea lograr en el curso de este año el equilibrio no sólo primario (antes del pago de intereses) sino también financiero. El país viene de incumplir las distintas metas planteadas en el acuerdo reformulado en la anterior administración, tanto en lo que se refiere a la acumulación de reservas como al desequilibrio fiscal.
Cuando se anunció la llegada de la misión, un portavoz del Fondo comentó que el propósito de esta visita “es continuar las negociaciones sobre la séptima revisión del programa apoyado por el FMI”, es decir dentro del acuerdo vigente de Facilidades Extendidas. De acuerdo al organismo “el objetivo sigue siendo apoyar los esfuerzos en curso para restablecer la estabilidad macroeconómica en beneficio de Argentina y su gente”.
En otro orden, confirma que “las autoridades han ejercido su derecho como miembro del FMI de agrupar las recompras que vencen en enero y abonarlas a finales de mes”. El país debe afrontar la cancelación de deuda con el FMI por u$s1.915 millones en enero, u$s763 millones en febrero y u$s1.915 millones en abril, lo que totaliza unos u$s4.592 millones en el primer tramo del año.
Paralelamente, hay otros u$s1.633 millones a saldar con otros organismos multilaterales entre enero y abril, discriminados en unos u$s436 millones en enero, u$s214 en febrero, u$s725 millones en marzo y u$s257 millones en abril de 2024.
En paralelo, la conducción económica también está renegociando los pasivos de corto plazo con los bancos. El jueves pasado se reunieron Caputo y Quirno con las entidades financieras con el propósito de explorar las posibilidades de realizar un canje de la deuda en pesos con vencimientos este año, pasándolos a 2025, apuntando a bajar el costo del financiamiento y consolidar la situación fiscal. Este “megacanje” podría superar el equivalente a 71.000 millones de dólares y sería el canje de bonos más grande de la historia argentina.
En tanto, el próximo jueves, la vocera del FMI, Julie Kozack, ofrecerá la habitual conferencia de prensa del organismo y se espera que en esa oportunidad brinde información sobre la marcha de las negociaciones.