El Instituto de Estadística y Censos (INDEC) reveló este jueves que en diciembre la inflación fue del 25,3% y 211,4% en un año.
Esta cifra supone el indicador más alto en tres décadas, desde el período de hiperinflación de finales de la década de los ochenta y comienzo de los noventa, entre los gobiernos de Raúl Alfonsín y Carlos Menem. Con ese resultado, Argentina es ahora el segundo país con mayor inflación del mundo, superando a Venezuela y a medio punto porcentual del Líbano, que por ahora encabeza el ránking.
La inflación en Venezuela de diciembre fue del 3,9%, por encima del 1,9% de noviembre. Igualmente, en términos anuales fue menor, ya que se redujo a 193% desde el 305% de 2022. Así, la nación petrolera se convirtió así en la segunda inflación más alta de la región.
Detrás de Venezuela, se encuentra Colombia, que registró un suba del 9,28% en 2023 y 0,45% mensual. En el caso de Uruguay, país vecino, tuvo una deflación en el mes de diciembre de 0,11% y un acumulado del 5,11%. Quien lo sigue detrás es Chile, en donde los precios de diciembre registraron una variación negativa del 0,5% y durante el año pasado acumuló un 3,9%.
En tanto, la economía más grande de la región, Brasil, tuvo en diciembre una inflación de apenas el 0,56% y una interanual de 4,62%. Además, Lula viene cosechando triunfos en números de la economía, su último fue el aumento del salario mínimo por encima de la dinámica de precios.
Paraguay cerró el 2023 con un 0,3% en diciembre y un 3,7% acumulado.
Perú, el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) arrojó una inflación del 0,3% en diciembre y acumuló un 3,24% durante los 12 meses del año anterior.
Bolivia, en el último mes del año obtuvo una inflación del 0,63% y del 2,12% en el año. Este país supo ser de los países con menor costo de vida durante algunos meses de 2022, y ahora deja de serlo.
Ecuador, el país dolarizado y que vive una ola de violencia entre grupos vinculados al narcotráfico y el gobierno, tuvo deflación del 0,02% y una interanual del 1,35%. Como resultado, se transforma en el país con menor inflación de la región.
La alta inflación tiene un impacto negativo en la economía del país, ya que reduce el poder adquisitivo de los salarios y las jubilaciones, encarece los productos y servicios, y genera incertidumbre en los mercados.
Según un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), la inflación acumulada en 2023 redujo el poder adquisitivo de los salarios en un 10,3%. Esto significa que los trabajadores necesitan ganar un 10,3% más para comprar la misma cantidad de bienes y servicios que un año antes.
Como se explica que solo se necesite ganar un 10% mas si la inflación fue mucho mas alta, es que en realidad lo que afecta directamente es la diferencia entre lo que suben los productos y lo que suben lo salarios. Si tenemos en cuenta el 25% de inflación de diciembre, es el ultimo episodio de 2023, hasta noviembre la diferencia entre suba de precios y suba de haberes era mucho menor y hasta en algunos casos casi inexistente.
Porque entonces el cimbronazo es tan fuerte?
Básicamente tiene que ver con el presente y los meses venideros, resulta que en diciembre se registro el 25% de inflación, pero debemos sumarle la brutal devaluación del 120% que aplico el gobierno de Milei, Eso licuo los ahorros en pesos de los argentinos y también los salarios, los efectos de todo esto se empezara a notar recién en enero, febrero y marzo. En ese periodo se transferirá a precios los efectos devaluatorios acercando el numero inflacionario al de diciembre, se estima para el trimestre enero-Marzo una inflación cercana al 60%, los mas optimistas hablan del 50%.
De ser así el Presidente seguirá festejando como un triunfo estos catastróficos números?
Tengamos en cuenta que también engrosaran esos números la brutal suba de combustibles y las tarifas de gas y luz, que serian subas muy abultadas, de entre el 100 y el 400% según la categoría y el nivel de consumo.
De darse este muy probable escenario, a mitad de año la inflación acumulada seria similar a la de los 11 últimos meses de mandato del gobierno anterior. Esto claro esta sin considerar la nueva abrupta devaluación que prevén los mercados para marzo o Abril.
Mas allá de los fríos números, esto tendrá una repercusión amplificada en los trabajadores y en los jubilados, dado que el actual gobierno no prevé aumentos salariales ni interceder o estimular paritarias entre los gremios y las cámaras empresariales. Estas ultimas, a diferencia del 2023 muestran recelo para sentarse a dialogar ya que prevén una recesión en la economía, creen mas posible olas de despidos que olas de aumentos salariales.
Asesor Político