Es uno más en los campamentos del Rally Dakar pese a ser uno de los pilotos de élite en una de las categorías. Manuel Andújar ganó otra vez la carrera más dura del mundo en cuatriciclos, pero sigue siendo el mismo pibe humilde de Lobos, el que lleva su ciudad a todo el mundo ya que supo ganar el certamen ecuménico de Rally Raid en 2021. Tanto es el amor que corre con un equipo totalmente argentino y cuyo nombre homenajea a su ciudad ya que lleva su código postal: 7240 Team Dragon Rally.
Manu, de 27 años, ganó por primera vez en el Rally Dakar en 2021 e igualó la marca de un histórico en la categoría como Alejandro Patronelli, vencedor en 2011 y 2012, en épocas que junto a su hermano menor, Marcos (ganador en 2010, 2013 y 2016), fueron los hombres a batir en la categoría que presentó un parque de diez cuatriciclos y es una duda su continuidad más allá de 2025.
Luego de dos frustraciones en 2022 y 2023, cuando abandonó por un accidente y luego por fallas mecánicas, este año el bonaerense a bordo de su Yamaha Raptor 700 se impuso en tres etapas y supo mantener la vanguardia a lo largo de la carrera. Se tomó revancha y prevaleció en el mano a mano contra el francés Alexander Giroud, que venía de ganar las últimas dos ediciones. Apenas ocho minutos tuvo de ventaja Andújar en la última etapa, pero supo defenderla y llevarse su segundo Touareg, como se llama el mítico premio que se le entrega al ganador del Rally Dakar.
Pero nada fue fácil en su carrera deportiva y el amor por los cuatriciclos lo ayudó para superarse. Me gustan los cuatriciclos desde que tengo tres, cuando mi papá me regaló un cuatriciclo Suzuki de 50 cm3 y color amarillo. Yo era obeso de chico. Pesaba 108 kilos a los 15 años y un día fui a ver una carrera, el Enduro del Verano en Villa Gesell (N. de la R: una de las carreras de motos y cuatriciclos más importantes de Latinoamérica), y le dije a mi viejo que me veía corriendo esa carrera y me veía andando bien. Mi viejo me dijo “sí, pero tenés que bajar de peso”. Y un amigo de mi viejo me dijo “ni en pedo gordo, mirá cómo estás, no vas a poder correr nunca” (risas)”, confesó en una entrevista con Infobae.
Aquella anécdota con su padre fue un clic. Trabajó su físico, se entrenó y gracias a ese sacrificio logró ser piloto profesional. En los últimos años fue el gran referente argentino en los cuatriciclos y honró los mencionados méritos de los hermanos Patronelli y el que logró Nicolás Cavigliasso en Perú, en 2019, en el último Rally Dakar sudamericano.