El Directorio de YPF aprobó por unanimidad el jueves deshacerse de yacimientos maduros, que son campos de baja producción que a la petrolera no le resultan rentables. Se trata de 55 áreas, según indicó en un comunicado.
A su vez, luego de hacer una evaluación de esos activos y de cuál será el valor contable que podrán recuperar en el balance, la petrolera decidió anotar una pérdida de US$ 1.800 millones. O sea, esos campos estaban sobrevaluados en el balance.
*Básicamente la gestión anterior escondió pérdidas por 1.800 millones de dólares invirtiendo en áreas (entre ellas Santa Cruz) donde el costo es mayor a la ganancia, el balance solo se sostiene porque existe Vaca Muerta que compensa", explicaron en la petrolera al explicar por qué se decidió "sincerar" la situación.
Con la decisión de deshacerse de áreas maduras, YPF busca optimizar su cartera de campos convencionales "con el objetivo de realizar una asignación eficiente del capital que priorice activos de escala que aporten mayor rentabilidad y resiliencia ante distintos escenarios", explicó la empresa oficialmente en una carta a la Bolsa.
Los campos seleccionados serán vendidos o su concesión devuelta a la provincia correspondiente. El plan de la compañía es enfocarse en los campos no convencionales.
YPf explicó que se denominan “yacimientos maduros” a aquellos que ya pasaron su pico “óptimo de producción”. "Las buenas prácticas de la industria petrolera establecen que, para las compañías de escala como YPF, no resulta eficiente ni rentable producir petróleo en este tipo de yacimientos, los cuales en general son operados por operadores más pequeños que puedan dar continuidad a la actividad".
Respecto del cargo que anotará la empresa en su balance de 2023, se debe a un cálculo preliminar. Luego la empresa realizará una evaluación "de recuperabilidad del valor contable de estos activos,
Los US$ 1.800 millones son cálculos preliminares y podrían ser ajustados más adelante cuando se haga una revisión y una auditoría de los estados contables.